viernes, noviembre 23

Ser Humano y Ser de enfermería: Etica del Cuidado



El concepto de ética en la enfermería se refiere a el como se vive las relaciones humanas desde el punto de vista de la enfermería, o mejor dicho la relación terapéutica entre la enfermera y los pacientes y la esencia del ser de la profesión: El cuidado de las personas.



El cuidado de los pacientes nace desde lo más profundo de las personas y por mucho tiempo fue entregado en las manos de mujeres debido a la maternidad implícita en ellas, esto conforma el ser de enfermería. Hablamos del cuidar, pero aún no lo hemos definido: el cuidar es el preocuparse por el otro, percibir sus sensaciones y emociones, percatarse de lo que realmente está sintiendo y pensando la persona, y en el caso de nuestra profesión, percibir el dolor físico y emocional de los pacientes.


Nuestra profesión es eminentemente humanista, con valores que son claro, en relación a las personas: primero que todo tenemos claro que al cuidar actuamos directamente sobre las personas, los cuales son seres humanos diferentes en todos ámbitos: cultural, emocional, social, educacionalmente hablando, que sienten distinto y tienen su forma particular de ver la enfermedad y también la vida, además de seres que poseen una dignidad, la cual debe ser respetada dado que es un derecho humano. Con estas afirmaciones nos estamos refiriendo al hombre Holistico, concepto tan hablado en nuestra formación académica. Por lo tanto y teniendo en cuenta los elementos mencionados anteriormente, debemos saber que para que nuestro eje de actuar en la profesión y disciplina se cumplan a cabalidad, debemos tener en cuenta que las personas merecen toda nuestra entrega y dedicación a la hora de cuidar, tomando en especial consideración que para lograr una relación terapéutica de calidad para el paciente es importante saber que para llegar a él hay que tener una virtud muy importante: La empatía.


La empatía significa el ponerse en el lugar del otro, en su sufrimiento, aflicción, en como percibe su enfermedad y su ambiente. Por esto mismo es importante que reflexionemos sobre la empatía; ¿Me gustaría que me trataran de tal forma? ¿Esta es la manera en que me gustaría que me hablaran? O ¿Es esta la mejor forma de ayudar al paciente? Con estas simples preguntas se puede llegar a tener una visión lo más cercano a la empatía, ya que es demasiado difícil poder vivir lo que siente la otra persona, pero si yo me pongo a pensar que es lo que a mí me gustaría que se hiciera, si estuviese en la posición de la persona, podré llegar a saber lo que pasa por la mente de mi paciente. Otra persona importante es tener claro que la persona es un ser humano, por lo tanto una persona, no una enfermedad, el paciente no es la cirrosis o la hepatopatía, sino que es un Don Juan o la Señora Julia, los cuales son seres capaces de razonar y decidir por sí mismos, por lo que quieren estar informado y participar en la toma de decisiones en lo referente a su salud. Desde este punto de vista los profesionales de enfermería debemos tener claro que las personas deben tener a su disposición toda la información que para ellos sea importante, esto se logra a través de el mantenimiento de la comunicación y de la escucha activa de las personas, teniendo presente que las personas necesitan mantener su autonomía y la toma de decisiones personal, de manera que el paciente pueda participar en el proceso salud-enfermedad y se establezca de verdad una relación terapéutica, en la que la enfermera sea el pilar fundamental de estas acciones y por lo tanto de la gestión del cuidado integral de sus pacientes.


Cabe destacar que muchas veces, se confunde el actuar de la enfermera en los diferentes contextos en los que actúa, muchas veces se confunde al profesional como la persona que realiza las técnicas y no como la gestora del cuidado del paciente. En relación a este punto, debo decir que una técnica puede ser realizada por cualquier persona debidamente capacitada para ello, como por ejemplo, hoy en día es delegado técnicas de enfermería al resto del equipo de salud, pero lo que marca la diferencia entre la enfermera y el resto del personal es, por un lado la base científica de los conocimientos de la disciplina de enfermería, que es uno de los conocimientos que sustentan nuestro actuar, en que la enfermera es la que posee una metodología especial que es propia de la profesión: el proceso de enfermería, el cual permite hacer un plan de cuidados, el cual va a ser efectuado tanto por la enfermera como por el resto de equipo de enfermería; eso incluye la valoración, donde está la instancia para poder interactuar con el paciente y poner en practica todas las acciones y comportamientos de los cuales hemos hablado anteriormente: la escucha activa, la empatía, la comunicación fluida, tratarlo como un ser humano digno y único, darle la instancia de tomar sus propias decisiones y de mantener su autonomía. Este momento que nos da nuestro proceso de enfermería, es la clave para poder dar un cuidado óptimo y de calidad.


Para concluir, es necesario recordar que el cuidar es lo más mínimo que podemos hacer frente a nuestros pacientes, ya que hemos elegido una profesión de servicio en forma voluntaria, por lo tanto, es nuestra obligación dar el mejor cuidado y atención, que en nosotros sea posible brindar.


"La verdadera enfermera no distingue por su traje o su toca, sino por la calidad humana de su atención"